Si te cuento las cosas que me ponen triste me pesan menos.
Y si te regalo las canciones que me recuerdan a las cosas que me ponen triste, siento que se van y ya no pesan.
Por eso a veces me ves sonriendo mientras lloro. Y por eso a veces corro sin razón, como los perros.
Y tal vez por eso llevás un avión de papel en tu tobillo pensé yo cuando leí esa carta con el viejo matasellos de La Poste.
O creo que pensé.
Durante mucho tiempo guardé cada palabra tuya y mía, cada pensamiento, como un mantra.
Ahora ya no va quedando nada, sólo retazos que aparecen cuando sin esperarlo de repente suenan tus canciones y por eso los escribo.
Y sí, tenías razón, no hay canción en el mundo más triste que Famous Blue Raincoat.
Por eso a veces me ves sonriendo mientras lloro. Y por eso a veces corro sin razón, como los perros.
Y tal vez por eso llevás un avión de papel en tu tobillo pensé yo cuando leí esa carta con el viejo matasellos de La Poste.
O creo que pensé.
Durante mucho tiempo guardé cada palabra tuya y mía, cada pensamiento, como un mantra.
Ahora ya no va quedando nada, sólo retazos que aparecen cuando sin esperarlo de repente suenan tus canciones y por eso los escribo.
Y sí, tenías razón, no hay canción en el mundo más triste que Famous Blue Raincoat.