¿Qué te falta guardar en la caja de madera antes de entrar en el futuro?. El sol inflado volviendo de la playa grande. ¿Y qué más?. Un moñito de arpillera y una carta. ¿Sólo eso?. Las luces de las noches del cañón del Suárez. Y el perfume de Romina Williams. Y una pizca del verde del Cara…
¡La de anécdotas que dejó Tío Armesto!. Después del episodio de la compra del Cañete Super Sport y antes de incendiar su propia casa, Armesto cayó en una profunda depresión, por la cual culpaba a la cooperativa eléctrica de Villa Gobernador Mondiola. Resulta que a Tío Armesto, que entonce…
Memoria auditiva: el calor hace que las cosas suenen diferentes. Que suenen poco. Y al lado del mar ni te cuento. No podés escuchar lo que hablan los vecinos, ni quién canta el vallenato en la rockola del negocio de enfrente. ¿Es Nelson Velázquez, señorita?. Y de paso media de Caldas o Sa…
Están creciendo alitas, Jaime, como a Tobi, te garanto, que me pican las paletas y no es por los mosquitos. Ayer apareció un dibujo mío del siglo pasado en California y me avisaron por facebook con un par de corazones. Y para festejar hice milanesas y escuché Chac tu Chac.
Tu tiempo es hoy Diego Armando fue ayer, y será mañana, y cuando vuelen las canas, te seguiremos amando, los giles siguen hablando para su espejo partido, pero el mundo agradecido lleva en su piel y en sus muros tu nombre como un conjuro. Los otros... serán olvido.
Tío Armesto antes de quemar su casa para cobrar un seguro que no tenía (y de cargarse a 8 familias en el chiste) cambió pelo a pelo su Peugeot 505 que según él "se había puesto demasiado tallerista" por un prototipo de caños que había armado su vecino de atrás, Carlitos Cañete. …
Hoy, no sé por qué mambos de la mente, o tal vez por el aire que toca respirar, vino a mi memoria el tío Armesto, el que murió quemado. Tío Armesto llevaba años en la lona cuando un día leyó en el diario la historia de unos hermanos rusos que habían hecho fortuna quemando barcos viejos y …
Duró mil años el año de volver a ser felices, luciendo las cicatrices, repitiendo desengaños, desoxidando el estaño donde brindamos un día, y abrazando profecías de un rey mago en el desierto: Por fin soñamos despiertos en Calle Melancolía. ¿Mañana? Será otro día, ni el chino va a estar a…
Benditas las votaciones treinta y ocho a treinta y ocho, las brujas, el kiricocho, los técnicos sin galones, el racismo en las canciones, las promesas incoherentes, los cinco palos de gente y los torneos falopa: Un cuatro, pero de copas, Chiqui Tapia, Presidente!
Benditos sean los desvelos y los tobillos sangrando, bendito seas Diego Armando Padre Nuestro desde el cielo, malditos todos los duelos los alargues, los penales, los Tulios, los Codesales, la enfermera regordeta, y bendita Scaloneta por curar todos los males.
Será por el cansancio, estos días estoy durmiendo poco pero muy profundo, y soñando largo e intenso, y mucho rato después de haberme despertado la sensación es más de haber vivido el sueño que se haberlo soñado. Muchas veces me ha pasado, pero ahora está pasando algo raro: Hace un tiem…
Vos subís una escalera interminable con el bolso rojo en el costado y no te puedo ver las manos, que son todo. Todo lo que no cambiaba y ahora cambia. Siempre pensé en tus manos cuando leía tus cartas. Veías y vivías con tus manos como un ciego. Inventabas mundos y me diste uno. A la vuel…
Estoy viajando al sur el último día del año de 1998 en el peor colectivo que ha pisado rutas argentinas: El Pingüino. Antes de un cuarto del camino ya hizo tantas paradas para ir arreglando sus achaques que es un hecho que a los que van más allá de Comodoro, incluida una pareja de viejito…
Por el hilito de tierra que atraviesa la Ciénega Grande de Santa Marta, mirando las ventanas como un sueño y escuchando al Cacique de la Junta. La noche anterior nos habían devorado los mosquitos y el temporal se nos había llevado los petates por Pasacaballos. A veces la cosas terminan de…
" Cada vez que me escribís me ordenás, me definís, soy un despelote inmenso y desbordado y si te leo se me acomoda un poco todo. Me preguntás cómo voy con el reporte y me acuerdo que lo tengo ahí tirado, abandonado, y me pongo a terminarlo a cuatro manos para contarte que lo hice, qu…
"Tus cartas son como canciones, las leo y siento la música que hay dentro, tal vez las escribas mientras suena algo tan lindo que hace que las palabras vayan volando o saltando como si fueran golondrinas o delfines que me acercan tus noticias"
Hace 50 años, el 7 de diciembre de 1972 el Apolo 17 plantó sus patas de metal sobre la Luna. En él viajaban Ronald Evans, que se quedó en el módulo orbital y no tocó el satélite, y Harrison Schmitt y Eugene Cernan que sí bajaron. Gene Cernan (así lo conocían) fue el último hombre que pisó…
Tus dedos entre mi pelo por encima del olvido, debajo de tu vestido mi mano en tu corazón. La lluvia hizo subir un olor a ciudad mojada y sucia, es un crímen que cuando llueve no huela a tierra, a pasto, a mata, al menos en la cama huele a tu champú, llevo un rato tratando de descifrar de…
Ella y él acurrucados cara a cara en una patineta rodando calle abajo mientras un Duna flojo de chapa y de papeles los mira con recelo. No les entraba tanto amor.
Se vino el frío duro, Chuni. Si estuvieras acá sería un rogel de manta sobre manta y amanecer aplastados por el peso. Un poco me gustaba, aunque hacer la cama fuera un bardo. Después de cada paso tuyo quedaba el cementerio de medias debajo de las sábanas. Recuerdo unas con bananas y fruti…
"Si alguna vez venís y yo no estoy quiero que tomes un metro hasta Jourdain, ahí está la iglesia de San Juan Bautista que tiene dos cúpulas en punta que parece que van a perforar el cielo y bajando la iglesia hay una callecita con una librería de usados y unos bancos de madera. En …
Probablemente seamos la última generación que pueda ver las estrellas por la noche. Ayer leía un artículo acerca de una especie de tubo caracol gigante que va a lanzar satélites al cielo, uno atrás de otro, como quien escupe semillas de mandarina en el cordón de la vereda. Ya los Starlin…
Hoy hablé de vos mientras acompañaba a Elita hasta su casa. Fue apenas un segundo. Pasamos por Cortazar y me acordé cuando te ayudaba a estudiar a Jan Hus, a Jerónimo de Praga, a Zizka el Tuerto y a todos esos ñatos de la Reforma Protestante. Le sacaron en capitoné de cuero rojo a los sil…
Si te cuento las cosas que me ponen triste me pesan menos. Y si te regalo las canciones que me recuerdan a las cosas que me ponen triste, siento que se van y ya no pesan. Por eso a veces me ves sonriendo mientras lloro. Y por eso a veces corro sin razón, como los perros . Y tal vez por …